La dieta mediterránea durante el embarazo mejora el desarrollo neurológico infantil

Los niños de dos años nacidos de madres que siguieron la dieta mediterránea o redujeron el estrés durante el embarazo mostraron mejores puntuaciones en los dominios cognitivo y socioemocional.
Por Simon Roots
27 de noviembre de 2023 17:44 UTC

Un equipo multidisciplinar de investigadores médicos españoles ha publicó los resultados de la segunda etapa de un importante ensayo clínico.

El ensayo Improving Mothers for a Better Prenatal Care Trial Barcelona (IMPACT BCN) tuvo como objetivo evaluar si las intervenciones estructuradas, centradas en la La dieta mediterránea o la reducción del estrés basada en la atención plena (MBSR), podría disminuir el porcentaje de recién nacidos pequeños para la edad gestacional (PEG) y mejorar otros resultados adversos del embarazo.

El objetivo principal de este nuevo análisis fue un criterio de valoración secundario preespecificado con el objetivo de investigar si Intervenciones maternas relacionadas con la dieta mediterránea. o la reducción del estrés durante el embarazo podría mejorar los resultados del desarrollo neurológico en la descendencia a la edad de dos años.

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La evaluación del neurodesarrollo utilizó las Escalas de Bayley para el desarrollo de bebés y niños pequeños (Bayley-III), que evalúan los dominios cognitivo, del lenguaje, motor, socioemocional y de conducta adaptativa. El análisis del ensayo se llevó a cabo entre julio y noviembre de 2022.

El ensayo original, realizado en Barcelona, ​​incluyó a 1,221 personas embarazadas consideradas con alto riesgo de tener recién nacidos pequeños para su edad gestacional. La inscripción se produjo desde febrero de 2017 hasta octubre de 2019, continuando el seguimiento hasta la entrega y concluyendo el 1 de marzo de 2020.

Si bien numerosos estudios han demostrado los beneficios potenciales de la dieta mediterránea para reducir los resultados adversos para la salud, como eventos cardiovasculares, diabetes, deterioro cognitivo y enfermedades inflamatorias entre adultos de alto riesgo, este fue el primer estudio de este tipo que examinó los posibles beneficios neurológicos para los niños a través de la dieta materna durante el embarazo.

La aleatorización colocó a los participantes en tres grupos: una intervención nutricional, una intervención de reducción del estrés y un grupo de control que recibió atención estándar.

La recopilación de datos implicó visitas iniciales y finales, donde los participantes respondieron cuestionarios, proporcionaron muestras biológicas y se recopilaron datos perinatales. Los criterios de valoración primarios y secundarios del ensayo, incluido el porcentaje de recién nacidos pequeños para la edad gestacional y los resultados perinatales adversos, se habían publicado anteriormente.

El ensayo IMPACT BCN empleó un diseño clínico aleatorizado, paralelo y no ciego realizado en BCNatal, un destacado centro de medicina materno-fetal y neonatal de Barcelona. Se inscribieron personas embarazadas en la mitad de la gestación (19 a 23.6 semanas) con un alto riesgo de dar a luz a recién nacidos pequeños para la edad gestacional.

El ensayo tuvo como objetivo garantizar la generalización mediante el registro de raza y origen étnico. La aleatorización se produjo en una proporción de uno a uno en los grupos de intervención dietética, intervención de reducción del estrés y control.

La evaluación Bayley-III mostró que los niños de dos años nacidos de madres que se sometieron a intervenciones estructuradas en el estilo de vida basadas en la dieta mediterránea o la reducción del estrés durante el embarazo exhibieron mejores puntuaciones en los dominios cognitivo y socioemocional.

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En particular, este es el primer ensayo clínico aleatorio que evalúa el impacto de tales intervenciones en el desarrollo neurológico infantil.

La intervención dietética, basada en la dieta mediterránea tradicional adaptada al embarazo, incluyó sesiones mensuales individuales y grupales complementadas con aceite de oliva virgen extra y nueces.

Los participantes en la reducción del estrés recibieron un programa de reducción del estrés basado en la atención plena adaptado al embarazo, que incluía clases grupales semanales, una sesión de día completo y práctica diaria en el hogar. Los participantes con atención habitual siguieron los protocolos estándar de atención durante el embarazo.

La evaluación, realizada a la edad corregida de 24 meses, reveló que los niños del grupo de dieta mediterránea tenían puntuaciones significativamente más altas tanto en el dominio cognitivo como en el socioemocional en comparación con el grupo de atención habitual.

Los niños del grupo de reducción del estrés mostraron puntuaciones más altas en el dominio socioemocional. No se observaron diferencias entre los grupos de estudio en las puntuaciones de lenguaje, motricidad y adaptación.

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Los análisis exploratorios de toda la población del estudio demostraron asociaciones positivas entre la puntuación de la dieta mediterránea y los dominios cognitivos y del lenguaje Bayley-III.

Una mayor ingesta de ácido docosahexaenoico, un ácido graso omega-3 que se encuentra en los aceites de pescado, se relacionó con mejores puntuaciones en lenguaje. En comparación, una mayor ingesta de ácidos grasos trans se asoció inversamente con las puntuaciones socioemocionales y de lenguaje.

Las grasas trans, aunque se encuentran naturalmente en los productos lácteos y las grasas animales, se ingieren con mayor frecuencia en los 21st siglo a través del consumo de alimentos procesados Alto contenido de aceites vegetales parcialmente hidrogenados.

Los niveles de grasas trans en el torrente sanguíneo de los bebés amamantados fluctúan con las cantidades que se encuentran en la leche, que a su vez varía según la dieta de la madre. Un estudio de 1999 informó porcentajes de grasas trans en proporción al total de grasas en la leche humana que oscilaban entre el uno por ciento en España y el siete por ciento en Canadá y Estados Unidos.

Aunque los autores señalan ciertas limitaciones de su estudio, como el hecho de que los participantes fueron seleccionados entre aquellos considerados con alto riesgo de sufrir resultados adversos en el embarazo, concluyen que las intervenciones estructuradas en el estilo de vida materno basadas en la dieta mediterránea durante el embarazo contribuyeron a mejorar las funciones cognitivas y sociales. -Puntuaciones emocionales en niños de dos años.

El equipo cree que los hallazgos respaldan la idea de que un patrón dietético saludable como la dieta mediterránea puede influir positivamente en el desarrollo neurológico fetal. Los ensayos clínicos aleatorios y las evaluaciones en poblaciones adicionales de pacientes permitirán comprender mejor los mecanismos implicados.


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