El compuesto común de orujo de oliva demuestra potencial anticancerígeno

Los investigadores desarrollaron nanopartículas de ácido maslínico, que se ha demostrado que ayuda a combatir los cánceres de mama, colon, páncreas y próstata mediante diversas terapias.
Orujo de aceite de oliva recogido como residuo de producción en una moderna almazara
Por Simon Roots
23 de octubre de 2023 19:06 UTC

Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado nanopartículas de ácido maslínico, un compuesto natural derivado de residuos de la producción de aceite de oliva.

Estas nanopartículas exhiben un potencial notable en la lucha contra varios tipos de cáncer, incluido pecho, colon, pancreático y próstata. El enfoque del equipo tiene como objetivo mejorar la eficacia y ampliar las aplicaciones del ácido maslínico en oncología.

Se trata de un gran salto en la búsqueda de nuevas estrategias terapéuticas que produzcan menos efectos secundarios y que sean más selectivas en la lucha contra estos dos tipos de cáncer (de mama y de páncreas).- Juan Antonio Marchal Corrales, investigador, Universidad de Granada

El ácido maslínico es un compuesto natural extraído de los subproductos de la producción de aceite de oliva. Cuenta con una variedad de importantes beneficios para la salud, lo que lo convierte en un candidato valioso para la investigación médica.

Entre sus atributos notables, el ácido maslínico demuestra potentes propiedades antioxidantes, protegiendo al cuerpo del estrés oxidativo y mitigando el riesgo de enfermedades asociadas con el daño oxidativo, como afecciones cardiovasculares, cáncer y envejecimiento prematuro.

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Además, el ácido maslínico presenta efectos antiinflamatorios y es un agente antimicrobiano eficaz contra diversas bacterias y hongos.

Esta actividad antimicrobiana ayuda a combatir infecciones e inhibir la proliferación de microorganismos dañinos dentro del cuerpo. Sin embargo, la característica más distintiva del ácido maslínico reside en su potencial para combatir el cáncer.

Las pruebas de laboratorio en células revelaron el papel prometedor del ácido maslínico como inhibidor del crecimiento de las células cancerosas, promoviendo la muerte celular programada (apoptosis) en múltiples tipos de cáncer, incluidos los de mama, colon y próstata.

Acido maslinico

El ácido maslínico, derivado del orujo de oliva seco, un subproducto de la producción de aceite de oliva, pertenece al grupo de los triterpenos conocidos como oleananos. Este compuesto bioactivo se muestra prometedor en varios aspectos de la salud. Inhibe las serina proteasas cruciales para la propagación del VIH, muestra propiedades anticancerígenas contra las células del colon y mejora la recaptación de glutamato, lo que reduce potencialmente el daño de las células nerviosas. Con sus efectos antioxidantes contra especies reactivas dañinas y su capacidad para frenar la inflamación, el ácido maslínico puede favorecer la síntesis de proteínas, el crecimiento y la salud de las articulaciones. También actúa como inhibidor de la glucógeno fosforilasa, aumentando el almacenamiento de glucógeno en el hígado.

También impide la angiogénesis, el proceso mediante el cual nuevos vasos sanguíneos nutren los tumores. Debido a su versatilidad y potencial terapéutico, el ácido maslínico ha despertado un gran interés en los sectores médico y sanitario. Sin embargo, su aplicación práctica ha sido limitada debido a su baja solubilidad en agua, midiendo apenas 3.6 microgramos por litro.

El avance que lograron los investigadores de la Universidad de Granada implica diseñar nanopartículas que mejoren significativamente la solubilidad del ácido maslínico en soluciones acuosas, superando un millón de veces su solubilidad original.

Este avance crítico permite la utilización del compuesto en varios campos. Además, estas nanopartículas están diseñadas para transportar otros fármacos insolubles en agua en su interior, lo que produce un doble efecto antitumoral: una combinación de las propiedades inherentes del ácido maslínico y la potencia del fármaco encapsulado. Esta innovación es muy prometedora para mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer.

Las nanopartículas resultantes tienen un tamaño que oscila entre 120 y 160 nanómetros, exhiben una dispersión uniforme y una estabilidad notable y conservan sus propiedades hasta seis meses cuando se almacenan.

Los ensayos celulares demostraron la actividad citotóxica de estas nanopartículas contra líneas celulares de cáncer de mama y de páncreas, observándose una menor toxicidad en células sanas (fibroblastos).

Además, se observó la rápida internalización de estas nanopartículas por las células cancerosas, lo que demuestra su capacidad para transportar fármacos de quimioterapia ampliamente utilizados para el cáncer de páncreas y de mama: paclitaxel y docetaxel, respectivamente.

Los experimentos con ratones verificaron la naturaleza no tóxica de las nanopartículas y su idoneidad para la administración intravenosa y oral.

En particular, los pacientes prefieren la administración oral debido a su alta aceptabilidad. Estas nanopartículas están formuladas con una cubierta polimérica que permite la unión de moléculas objetivo, lo que facilita un tratamiento antitumoral más selectivo, dirigido específicamente a las células tumorales sin afectar a las sanas.

"Hemos visto que estas nanopartículas, ya sea que se administren por vía intravenosa u oral, son todas capaces de llegar a los diferentes órganos del cuerpo”, afirma Juan Antonio Marchal Corrales, investigador de la Universidad de Granada y coautor del estudio. "Y, con una orientación adecuada, podríamos dirigirlos directamente a las células tumorales, pero no a las células sanas”.

"Se trata de un gran salto en la búsqueda de nuevas estrategias terapéuticas que produzcan menos efectos secundarios y que sean más selectivas en la lucha contra estos dos tipos de cáncer, principalmente el cáncer de mama triple negativo y el cáncer de páncreas, que son cánceres con una elevada mortalidad. tasa”, añadió.

Este sistema amplía las aplicaciones potenciales del ácido maslínico en varios dominios. Estas nanopartículas pueden combinarse con diferentes fármacos y adaptarse para adaptarse a requisitos de tratamiento específicos en el tratamiento del cáncer. Esta versatilidad posiciona al nanosistema como una herramienta potente en la batalla en curso contra el cáncer.



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