Los olivicultores madrileños se benefician de los fondos de la PAC

Los funcionarios de Madrid han liberado 8.5 millones de euros de la Política Agrícola Común para promover los paisajes tradicionales y la biodiversidad en la región de la capital.
La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso visitó Recespaña Sociedad Cooperativa en Villarejo de Salvanés (AP)
Por Paolo DeAndreis
11 de octubre de 2023 14:38 UTC

Los funcionarios de la comunidad autónoma de Madrid han aprobado la liberación de fondos del plan estratégico nacional de España para la Política Agrícola Común (PAC) para apoyar el olivar ecológico y tradicional.

La iniciativa proporciona 8.5 millones de euros a los olivicultores madrileños hasta 2027, cuando expira la actual PAC, que siguen los requisitos y los compromisos incluidos en la política.

"Es muy interesante promover la biodiversidad y el olivo tradicional”, dijo Pedro Laguna, propietario de Oleum Laguna, de Villaconejos. Olive Oil Times. "Esto también ayudará a los productores que sufrieron los enormes daños causados ​​por Tormenta Filomena en 2021 cuando hubo que talar muchos árboles y nuevas plantaciones ocuparon su lugar”.

El anuncio de financiación se produjo después de que la Unión Europea aprobara la certificación Denominación de Origen Protegida para el aceite de oliva virgen extra producido en Madrid.

Ver también:Se espera que la producción de aceite de oliva caiga por debajo del millón de toneladas en España

"Cuando pensamos en Madrid, todos visualizamos la capital con sus grandes edificios, museos, restaurantes, asfalto y coches”, dijo Laguna. "Pero en la región también hay tierras de cultivo. Aunque no es tan grande, tenemos una comunidad agrícola vibrante”.

En la Comunidad de Madrid hay alrededor de 20,000 hectáreas de olivar, lo que representa aproximadamente el uno por ciento de la superficie total olivarera de España.

Para poder optar a la financiación, el gobierno regional exige que los agricultores sigan prácticas tradicionales de cultivo del olivo en lugar de plantar en alta o superalta densidad (intensiva o superintensiva) durante un mínimo de cinco años.

Además, los agricultores deberán disponer de al menos una hectárea de olivar con entre 60 y 150 árboles siguiendo "una distribución regular y homogénea” para recibir fondos.

Los agricultores elegibles recibirán 100 euros por hectárea hasta 40 hectáreas. Las explotaciones tradicionales de más de 40 hectáreas recibirán 60 euros por hectárea.

Como muchos de sus colegas en Villaconejos, a unos 40 kilómetros al sur de la capital, Laguna cultiva olivares tradicionales y de alta densidad en 55 hectáreas.

"Trabajamos con olivos tradicionales centenarios que fueron plantados en lotes de 10 por 10 metros”, dijo. "Son bastante diferentes a los 2 por 5 metros de los cultivos intensivos de olivo”.

"En Villaconejos hay olivos de más de 300 años”, añadió Laguna. "Los olivareros locales conocen bastante bien este tipo de planta, un conocimiento y una experiencia que se transmiten a las generaciones más jóvenes”.

Además de cosechar sus aceitunas, Laguna también compra aceitunas de otros productores locales en Vallaconejos, que alberga una parte importante de los olivares de la región, junto con los municipios cercanos de Las Vegas, Suroccidental y La Campiña.

La zona produce hasta 6,500 toneladas de aceite de oliva en una temporada promedio, y siete de las 18 almazaras activas se centran únicamente en la producción de aceite de oliva orgánico.

Muchos productores tradicionales de la zona tienen una larga tradición de Agricultura ecológica, que ha ayudado a proteger la rica biodiversidad de la zona.

"Cualquier producto ecológico es portador de salud, y cuando hablamos de aceites de oliva virgen extra, más aún, dado su alto contenido en ácido oleico y polifenoles”, dijo Laguna.

"Utilizamos compost y estiércol para aumentar la materia orgánica del suelo; Trabajamos para que nuestro suelo retenga mejor los nutrientes y la humedad, disminuyendo así el estrés hídrico del olivo”, añade. "En la finca también trabajamos en la cubierta vegetal para fijar el nitrógeno de forma natural y evitar la erosión del suelo”.

La familia Laguna cultiva olivos en Madrid desde hace al menos cuatro generaciones. "Desde 2017, mi hermana Pilar y yo iniciamos un proyecto para construir una finca orgánica, amigable con el medio ambiente, enfocada en cosechas tempranas y producción de aceite de oliva virgen extra de alta calidad”, dijo Laguna.

Si bien el aceite de oliva es el núcleo de la cocina española, el público en general presta mucha menos atención a cómo se produce o si es orgánico. Sin embargo, Laguna dijo que esto podría estar empezando a cambiar.

"Aún queda un largo camino por recorrer en materia de educación, pero hay más preocupación por el tema ecológico, y eso hace que los consumidores diferencien cada vez más los alimentos orgánicos de los convencionales”, afirmó Laguna.

Además de la financiación pública y el reconocimiento de que los olivares tradicionales son los más compatibles con el mantenimiento de la biodiversidad, Laguna cree que preservar los olivares tradicionales requiere promover la cultura que hay detrás de ellos.

"Empezamos a ofrecer experiencias de oleoturismo, a través de las cuales nuestros huéspedes pueden visitar los campos, conocer de primera mano el proceso de transformación de la aceituna y degustar nuestros tres diferentes tipos de aceites de oliva virgen extra”, afirmó.



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