Un tercio de la producción mundial de aceite de oliva proviene de la agricultura intensiva

Un informe encontró que las plantaciones de alta densidad representan el 3 por ciento del cultivo, pero el 36 por ciento de la producción de aceite de oliva.
Por Paolo DeAndreis
10 de octubre de 2022 17:26 UTC

Una pequeña fracción de la superficie olivarera mundial produce más de un tercio de todo el aceite de oliva debido a los inmensos rendimientos de arboledas de super alta densidad. Según los expertos, es probable que aumente la proporción de aceite de oliva producido en plantaciones de altísima densidad.

A reporte publicado por la empresa española de viveros de árboles Agromillora dijo que aproximadamente el 3 por ciento de las hectáreas de cultivo de olivos en el mundo son arboledas de súper alta densidad. Aún así, su rendimiento ha crecido al 36 por ciento del mundial. producción de aceite de oliva.

Los olivares de superalta densidad, también conocidos como olivares de seto, comprenden alrededor de 1,600 olivos por hectárea. Los árboles se plantan aproximadamente a un metro de distancia en hileras de tres a cuatro metros de ancho. Su gestión está totalmente mecanizada.

Según el estudio de Juan Vilar Consultores Estratégicos, 11.6 millones de hectáreas de olivar se reparten en 66 países. De estas, 400,000 hectáreas son de súper alta densidad.

Ver también:La producción mundial de aceite de oliva alcanzará los 4.4 millones de toneladas en 2050, según proyectos de expertos

Según Agromillora, este enfoque permite una mayor productividad y menores costos de mano de obra debido a la alta mecanización, entrada temprana en producción y cosecha eficiente.

Debido a su dependencia de la disponibilidad de agua y la mayoría de los paisajes llanos, no todas las arboledas se pueden plantar con este enfoque. Siempre que sea posible, los productores pueden adoptar cultivares específicos que han demostrado ofrecer los mejores resultados en dicho entorno, como Arbosana, Koroneiki o Manzanilla.

Según Agromillora, la recolección de una hectárea de olivos superintensivos requiere una o dos horas como máximo, con costes de recolección reducidos a 0.03-0.06 € por kilogramo de aceituna.

"Este tipo de recolección permite recolectar la aceituna en el correcto estado de maduración y una rápida entrega de los frutos a la almazara para su transformación, reduciendo el deterioro que puedan sufrir y los posibles sabores o aromas indeseables en el aceite”, afirma la empresa. dijo.

Con 44,000 90 trabajadores remunerados con 7 millones de euros al año, la inversión en arboledas de muy alta densidad alcanza aproximadamente los 2 15 millones de euros, con una facturación media por cosecha de alrededor de - - millones de euros, alrededor del - % de los ingresos globales medios.

El informe dice que las arboledas de súper alta densidad generan alrededor de 450 millones de euros por año en términos de ingresos fiscales e inversión en la economía local.

Los autores dijeron que el objetivo principal del informe es enfatizar cómo el impacto de las arboledas de súper alta densidad no se limita a los rendimientos. El informe argumenta que las arboledas de muy alta densidad también pueden mejorar la sostenibilidad y la biodiversidad.

"Se ha establecido científicamente que el olivar en setos es un catalizador de la biodiversidad ya que a través de la cubierta vegetal y la optimización de los recursos, especialmente el agua, frena la erosión”, dice el informe.

"Con sus 35,000 hectáreas sembradas anualmente (según estimaciones de los tres años de cultivo estudiados), [dichas huertas están] de alguna manera contrarrestando, vegetativa y gradualmente, las 420 millones de hectáreas de bosque que se han perdido en todo el mundo desde 1990”, agregó.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta conclusión. Un estudio de 2021 de la Universidad de Jaén encontró que los olivares tradicionales secuestran más dióxido de carbono que las arboledas de súper alta densidad.

Otro estudio, también publicado por la Universidad de Jaén en 2021, concluyó que Las prácticas agrícolas intensivas en los olivares suelen provocar pérdidas de biodiversidad ejerciendo una intensa presión sobre plantas, pájaros e insectos.

Un tercer estudio de la Agencia Nacional de Investigaciones Científicas (CSIC) de España vinculó el cultivo de olivos de alta densidad con una mayor desertificación en Andalucía, la región productora de aceite de oliva más grande del mundo.

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Lejos de las afirmaciones y contrademandas ambientales, el informe también encontró que las arboledas de muy alta densidad son una fuente importante de empleo en las áreas rurales y también combaten el desperdicio de alimentos.

"Siempre que se puede transformar el olivar en seto, fija más población en el territorio que cualquier otro tipo de cultivo del olivo, y lo que asienta a las personas en el territorio es la riqueza”, ha dicho Juan Vilar durante la presentación del informe en la feria agroalimentaria Fruit Attraction.

Una vez más, no todos están de acuerdo con esta conclusión. Investigadores de la Universidad de Jaén contaron Olive Oil Times que las arboledas tradicionales crean más empleos durante todo el año, aunque no necesariamente mejores empleos, que las arboledas de muy alta densidad debido a la necesidad de cosecha manual y mantenimiento en las arboledas tradicionales.

Como estudio de caso para ilustrar sus afirmaciones, el informe citó la desarrollo de olivares superintensivos en el Alentejo, la región olivarera más importante de Portugal.

"Alentejo ha sido un excelente ejemplo de la compatibilidad de una cultura económicamente rentable, que permite crear valor en el sector y en la región, con la promoción de indicadores de desarrollo ambiental y social”, dice el informe.

"Es decir, con un impacto significativo en la captura de carbono, en la provisión de servicios ecosistémicos y en la estabilización de la población en el territorio”, agregó. "Luego de la implementación de estas plantaciones, por campaña, se ha generado la oportunidad de trabajo estable y permanente para más de 700 personas”.

"Por primera vez, el sector del aceite de oliva cuenta con una herramienta competitiva, el olivar en seto, para producir aceite de oliva virgen extra con costes sostenibles y ganar cuota de mercado relevante frente a otras grasas vegetales”, concluye el informe.



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