La chinche apestosa marrón jaspeada ha sido identificada en olivares italianos y griegos. Cada vez hay más pruebas que vinculan su presencia con una caída temprana de la fruta en el norte de Italia.
En los últimos años, los informes de caída prematura de la fruta y las consiguientes pérdidas de producción en los olivares del norte de Italia han aumentado de forma constante.
Se han postulado numerosas causas, desde condiciones climáticas extremas y cambio climático a infestaciones de hongos no identificadas, plagas invasoras o combinaciones de todo lo anterior.
Sin embargo, los estudios realizados durante el último año sugieren firmemente que la chinche apestosa marrón jaspeada (Halyomorpha halys) es el impulsor principal.
Ver también:Ovejas invasoras devastan olivares en el este de EspañahalysSe cree que esta especie, originaria de China, Japón, la península de Corea y otras regiones asiáticas, fue introducida accidentalmente en América del Norte a fines de la década de 1990.
Desde entonces, se ha convertido en una plaga agrícola importante. Es un insecto muy polífago, que se propaga fácilmente a nuevas fuentes de alimentos y, en 2010, causaba pérdidas anuales de al menos 37 millones de dólares solo en cultivos de manzanas.
La propagación del insecto hacia Europa y a través de ella ha seguido un patrón similar. Se cree que se introdujo en el continente a través de Suiza y llegó al Reino Unido en 2021.
También ha llegado a Turquía, donde se ha afirmado que el insecto ya ha provocado una caída del 20 por ciento en la producción de avellanas en la provincia de Artvin, pérdidas que se espera que asciendan al 50 por ciento o 1 millones de dólares en daños.
A 2023 Estudio publicado en la revista Insects tuvo como objetivo caracterizar el daño infligido por halys sobre el fruto del olivo y su repercusión en la caída prematura del fruto y en su calidad.
El estudio se llevó a cabo en olivares del norte y centro de Italia, utilizando observaciones naturales y experimentos de campo controlados.
Los experimentos de campo analizaron los impactos de halys en dos de las etapas de desarrollo del fruto: pre-endurecimiento del hueso y post-endurecimiento del hueso.
Los resultados mostraron que las altas densidades de halys provocó un aumento significativo en la caída prematura de la fruta durante la etapa anterior al endurecimiento del hueso, que fue menos pronunciada durante la etapa posterior al endurecimiento del hueso.
El análisis químico reveló cambios significativos en la composición fenólica de las aceitunas afectadas, presentando las frutas dañadas concentraciones más altas de compuestos fenólicos como oleuropeína.
Estos compuestos fenólicos juegan un papel en los mecanismos de defensa de la planta, lo que sugiere que halys La alimentación desencadena estos mecanismos induciendo estrés en el árbol.
Estos niveles elevados de fenoles pueden afectar el rendimiento y la calidad del aceite de oliva, ya que los compuestos fenólicos son fundamentales para el sabor y beneficios de la salud.
Otro más Estudio, publicado en el Journal of Economic Entomology en junio de 2024, buscó determinar la causa de la caída prematura de frutos en varios olivares del norte de Italia. Los investigadores de las Universidades de Verona y Padua comenzaron examinando las aceitunas caídas en busca de evidencia de infecciones fúngicas o actividades de alimentación de insectos.
Se aislaron especies de hongos tanto de aceitunas sanas como de aceitunas desprendidas. Sin embargo, el estudio no encontró diferencias significativas en la presencia de hongos en aceitunas sanas y desprendidas.
Además, la mayoría de las especies identificadas eran endófitos comunes con los que el olivo mantiene una relación generalmente mutualista, lo que indica que las infecciones fúngicas no fueron responsables de la caída de aceituna observada.
Por el contrario, los ensayos demostraron una fuerte correlación entre el número de chinches apestosas presentes y el grado de caída prematura de la fruta.
De acuerdo con los resultados del estudio de 2023, los daños más importantes se produjeron durante las primeras fases de desarrollo del fruto, antes de que los huesos de las aceitunas se hubieran endurecido completamente.
Se descubrió que la alimentación de las chinches apestosas había provocado la necrosis de las semillas, lo que a su vez provocó que el árbol perdiera frutos de forma prematura. A partir de estos resultados, el equipo concluyó que halys fue el principal impulsor de esta caída temprana de las aceitunas, siendo las infestaciones más altas las que provocaron la pérdida de fruta más significativa.
Los investigadores recomendaron que los agricultores afectados adopten estrategias de manejo integrado de plagas, que incorporen la exclusión física y el uso específico de insecticidas.
Dada la creciente propagación de esta y otras especies invasoras de plagas, también destacaron la necesidad de investigación futura en métodos de control más sostenibles y escalables.